Del 25 de agosto al 20 de octubre, el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM presenta el Ciclo de video-arte independiente Tenochtiltan 501, una selección de cortometrajes realizados por cineastas mexicanas y mexicanos que tienen como eje central la Ciudad de México.
La curaduría de la muestra corrió a cargo de Manolo Cocho, artista asociado al C3, en colaboración con el artista audiovisual Carlos Cruz, director del Festival Internacional de Video y Cine Experimental Fisura, que busca impulsar al cine experimental en el tejido social, que aporte a la cultura audiovisual mexicana, a través de la creatividad e innovación que permita pensar al cine desde un lugar diferente.
“A diferencia del cine industrial hegemónico que conocemos, y que se hace con cierta fórmula, el cine experimental permite otras formas de adaptación, otras respuestas. En el cine experimental no hay forma de herrar, todo está permitido”, dice Cruz.
Para conformar la muestra de Tenochtitlan 501, el cineasta hizo una selección de cortometrajes de Fisura que tenían como base las distintas experiencias de vivir en la capital mexicana. Estos programas “tienen que ver mucho con la semiótica de la ciudad, con los imaginarios citadinos, esa relación permanente con los pueblos originarios, desde las personas que son herederas de todo este legado tradicional, y cuáles son los fenómenos a los que se enfrentan social, cultural, políticamente dentro de este gran entorno”, dijo el artista.
Uno de los objetivos de Cruz y Cocho para este ciclo es mostrar el talento y visiones de artistas mexicanos y mexicanas sobre lo que significa para ellos habitar la Ciudad de México: “cuáles son los sueños de la Ciudad de México; cuál es la propuesta estética, visual, sonora; y quiénes son los agentes que agitan estas propuestas audiovisuales”, explica Cruz.
El ciclo está dividido en cinco bloques de cortometrajes, que se presentarán en sesiones presenciales y gratuitas al público general:
El jueves 25 de agosto se exhibe Visión Tlacuila, que incluye siete cortometrajes que evocan el mundo indígena a través de la experimentación audiovisual abriendo un horizonte hacia la lengua, los imaginarios políticos, la experiencia territorial, el ritual, la cosmogonía y los sueños.
El jueves 8 de septiembre se presenta Incandescente, cinco cortometrajes que condensan y amplifican el eco sensorial, social y cultural mexicano. Mediante la hipnosis audiovisual podemos abrir nuestros sentidos hacia los imaginarios colectivos que nos contienen.
El programa del 22 de septiembre está dedicado a las mujeres, con el programa: Voces / Mujeres en el cine experimental, conformado por cuatro cortometrajes realizados por mujeres mexicanas, en los que expresan de manera creativa y contundente las luchas en los diversos escenarios políticos que habitan.
El 6 de octubre, toca el turno de Cosmovisión, en el que se presentan cuatro cortometrajes que inciden en la imaginación mexicana como un territorio inagotable del cual se desprenden símbolos, sonidos, texturas, colores y poéticas propias de un escenario surrealista capaz de alterar nuestras formas de percepción.
Finalmente, Tenochtitlán 501 cierra con Indómita, que presenta siete cortometrajes que exhiben una gama diversa de expresiones poéticas, sociales, y oníricas que en conjunto se transforman en un latido audiovisual creado por artistas mexicanos, como medio actual de repensar y contrastar las percepciones del imaginario colectivo actual.
Para Carlos Cruz, el presentar un ciclo de cine experimental en el C3 es una posibilidad de encontrarse con distintas miradas de ver la realidad. Muchas de las cosas que ocurren en el cine experimental “son interacciones que nos permiten pensar en procesos científicos y de investigación. Estas hibridaciones permiten nutrir al cine; podemos hacer vinculaciones no solo con la ciencia, sino con la plástica, con la poética, con la danza, con la escritura. Así que estas propuestas de cine experimental son como un gran recipiente donde cabe todo”.
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